sábado, 27 de septiembre de 2008

El reloj


EL RELOJ (Relato)

“No hay iglesia sin campanario ni reloj para su pueblo” cuentan que dijo don Florentino Basante y por ello movidos por el cura no bajaron los pueblerinos la guardia después de construido el templo y siguieron con sus festivales y tómbolas de la suerte, cosechando dinero para comprar un reloj.

Entre tanto el padre Juan, había hecho las averiguaciones y contactos con los fabricantes de relojes en SUIZA Y ALEMANIA, países líderes en este ramo en la mitad de la centuria pasada, con tal precisión que desde Pasto, organizó la contratación del aparato que solo se conocía por comentarios y bocetos, pero que no se imaginaba ni el cura ni la gente como en realidad era.




Después de arduas y efectivas gestiones, algo así como de dos años, se obtuvo el permiso de embarque de los equipos que vinieron desde el Rin y llegaron a puerto en el Atlántico, seguramente pasaron por Panamá y llegaron a Tumaco, donde se confirmó el arribo y nacionalización sin mayores documentos portuarios.

Una comisión de voluntarios organizada por el cura, viajo al puerto a recoger el valiosos y sorpresivo embalaje, que fue remesado por vía férrea al punto denominado El Diviso, punto donde se encontraron con la sorpresa de encontrar algo así como tres guacales o Containeres o contenedores de hoy) de madera de pino real europeo de mas o menos 1.50 M3. Demasiado pesadas y complicadas de movilizar.

La curiosidad, no pudo había comentado el padre, destaparon los guacales y se maravillaron los curiosos y gritaron !EUREKA EUREKA¡ significando la suerte de un reloj inimaginado y nunca soñado. El júbilo y los emocionados hombres sacaron fuerzas y cargaron los guacales a un camión de carga que por la enmarañada trocha hizo el viaje como en una semana hasta llegar al pueblo.

Las campanas sonaron al vuelo en señal de felicidad, la noticia se regó por todas partes y los ávidos curiosos no tardaron en arrimar, unos extraños hombres tal vez dos venidos de Alemania se encargaron de revisar las piezas consistentes en pesas, cuerdas, campanas, martillos y los tableros del reloj. Sin embargo… algo inquietaba el ambiente… ¿Eso cómo se armará, lograran subir esos equipos a la torre principal, será que funciona y como sonará?

Los técnicos y mecánicos de carros del pueblo se pusieron en acción y con mucho ingenio y espíritu estoico, echaron para adelante con la obra, sus herramientas fueron claves en el trabajo y los albañiles pusieron a punto los cuartos de máquinas en las torres.

Como a los ocho días del montaje vinieron las primeras pruebas de los técnicos, el reloj sonó por primera vez y dio la una... dio… las dos.. y dio las doce campanadas con excelente claridad y armonía. Las gentes sorprendidas formaron una gran algarabía en el pueblo y se fueron al parque a observar como se movían los martillos acompasadamente golpeando las campanas.

Este día hubo brindis y hubo lágrimas de felicidad, “es el mejor reloj de Colombia” se decían unos, los más conocedores, “No. Es el mejor reloj del mundo” se decían otros. Los técnicos les contaron que solo habían dos aparatos iguales en el mundo y que el otro estaba talvez en Cali, pero no lo confirmaron, pues en realidad si Ud. Los ha escuchado son parecidos pero no iguales, tal vez… ¡El nuestro es el nuestro y es el mejor !!

Algunos empezaron a tratar de “dar” con la tonada que sale de los arpegios bien pentagramados de sus campanas… pero no dieron con ella y… murieron con la idea de que su reloj tiene una canción muy hermosa, porque sus ondas se expanden hasta las veredas mas cercanas llevando con sonoridad y claridad el paso inexorable del tiempote su faena diaria.

Pero si Ud. Aún no la sabe se la identificamos fácilmente es: La salutación a María, de la prima santa Isabel, cuando fue la virgen a visitarla y se reza todos los días cuando el reloj marca el alba o la puesta del sol a las 6.00 AM. y 6.00PM. al medio día y a la media noche en alegres notas musicales.

“Dios te salve MARÍA, llena eres de gracia, el Señor es con tigo, bendita tu eres,… entre todas las mujeres …entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre JESUS. Santa MARIA…. Madre de de Dios, Ruega por nosotros pecadores … Ahora y en la hora de nuestra muerte … Amen JESUS Amen JESUS”

Ahora veamos la partitura las notas musicales para que si Ud. Toca un instrumento musical intente acompañar a su reloj en la interpretación de la oración.

Desde entonces tú reloj es una de las obras de la tecnología más conocidas en Colombia por su estructura mecánica y por su estilo musical; causa admiración y sorpresa a propios y visitantes quienes así lo han difundido por todas partes, compagina con la hermosura del templo que le dan a Guaitarilla, la alegría cotidiana.

Don JORGE SOLARTE, fue el elegido por los europeos para el aprendizaje en el manejo mecánico del reloj, le llamaron EL SOBRESTANTE, algo así como el mayordomo, conocimientos que sin egoísmos transmitió a sus hijos que a veces colaboran en su mantenimiento , pero que con el paso de los años reconocen que les da miedo subir al la torre, de igual manera don LUIS GONZALEZ (Pajarito) aprendió el proceso y se encarga hoy por hoy de enseñarles a sus hijos el conocimiento recibido y lo hace por mas de cuarenta años como sacristán de la parroquia.

Don Luis González, explica que su funcionamiento es mediante el sistema de pesas adheridas a la cuerda mecánica que se manipula por el operario y que por la fuerza gravitacional de la tierra descienden lentamente agotando la cuerda en lapsos de tres a seis meses en que se repite la operación para reactivar la marcha del reloj; como se escucha al darse cuerda y sincronizarse el tiempo pareciera que se “vuelve loco” pues da campanadas en serie hasta que se logra poner a punto, “a veces se demora uno hasta cuatro horas en su activación que comprende además la limpieza cuidadosa y engrase de sus partes, así como nos ha tocado reponer tornillos desgastados y enmohecidos, lo que indica que se debe hacer una reparación general pero no hay técnicos, nos toca a los que sabemos manejarlo, el padre no permite que se meta la mano de desconocidos pues es un bien del pueblo que se respeta y quiere mucho” afirma don Luis.

El reloj le marca sincrónicamente cada quince minutos sus campanadas en orden así: En un cuarto (15´) da una campanada, en media hora (30´) da dos campanadas en tres cuartos (45´) da tres campanadas y a la hora da cuatro golpes y a continuación deja contar tantos golpes sonoras cuantas sean las horas que marca, por ejemplo, si es la una marca un solo tañir pero si son las 12 marcará doce tañires de campana para que la gente cuente y sepa cual es la hora o minutos del día, sus grandes tableros y aspas son visibles desde unos doscientos metros de distancia que permiten ver la hora con exactitud.

Don Macario Melo, un talabartero del municipio contaba que: “Es tradición de la gente del lugar a las 6 y a las 12 quitarse el sombrero cuando el reloj marca estos tiempos y rezar EL ANGELUS, una devoción a la virgen perpetuada por el padre Juan” y cuando pasaban las escuelas en formación a los actos cívicos y oficios religiosos de mucha tradición.

Cuando hay un temblor y suenan las campanas sin que nadie las maniobre se afirma con toda la seguridad que el movimiento telúrico es fuerte y en otros lugares pudo haber daños, la gente se arrodilla y hace una oración e invocan a la … ¡VIRGEN SANTISISMA!

El campanario y el reloj, son considerados como las dos joyas de gran valía, por su origen y diafanidad en el sonido.

Construccion del templo



A finales de 1938 el cura JUAN, a quien así llamaban, organiza la feligresía para ponerla en pie de acción en torno de la construcción de un templo digno de Dios y de las gentes del pueblo.

Se previó hacerlo en material de Ladrillo quemado y con fortalezas de estructura en hierro; organizó los comités. Se destacaron los de las veredas los cuales todos los domingos del año 39 y 40 llevaron del monte toda la leña posible, (No se pensaba en ecología hoy muy de moda) por la abundancia de maderos apropiados para hornear el barro. La arena entre gris y blanca fue extraída de una mina que se hallaba en la vereda la Ciénaga, propiedad de familia del pueblo de apellido PORTILLA; el padre Juan Clímaco Ortiz, hacia misas en estos lugares con el compromiso que al terminar todos los feligreses deberían un poco de arena o una piedra para ayudar a la construcción del templo.

El barro se sacó del punto denominado la TEJERÍA, a un costado de la plaza de mercado y dirigieron la pisada del barro maestros alfareros y albañiles que elaboraron ladrillo sin fin y tejas en cantidad para la cubierta de la nueva casa, entre tanto las gentes del pueblo realizaban fiestas, bazares o tómbolas y rifas para recolectar el dinero necesario y financiar otros materiales como hierro, vitrales, baldosa, cemento, arena y pintura de muchos colores.

No se quedó corto el cura y pensó en una obra majestuosa y su colosal trabajo quedaría inconcluso si no pensaba en un CAMPANARIO Y UN RELOJ, “Estas son las mismas que existieron en la iglesia pajiza”, contó don Vicente Solarte “Creo que fueron traídas de Boyacá, de un pueblo famoso donde las elaboraban muy sonoras, no son tuquerreñas aunque allí trabajaban mucho la pailería”. Agregó. “El reloj es Alemán, yo fui uno de los que fue a cargar y traer desde Tumaco y el diviso, llegó en barco”, dijo.

“Éramos como hormiguitas trabajando” dice don Higinio Solarte papá del padre Román, quien llegara a ser Coadjutor de la parroquia. “No importaba la clase de donaciones ya dinero, ya maíz, trigo, papa, calabazas, gallinas, pavos, terneros encolchados de dinero que se rifaban o remataban al mejor postor etc. Todo se almacenaba en bodega y se vendía en PASTO y con ese dinero se efectuaban las compras requeridas”.

Fue una obra comunal en la cual hasta los niños de las escuelas participaron por los polvorientos caminos y quebradas ayudando a sacar cantidades de piedra, la necesaria para las bases y la mezcla o llevando tejas y ladrillo desde la Tejería hasta el parque donde queda el templo.


Cuanto dinero se recogió? “No importa” dijo don JORGE SOLARTE, otro de nuestros relatores, “Lo hay tanto cuanto pueda valer esta magna obra, para Dios y para el pueblo que lo queremos de manera infinita”


jueves, 11 de septiembre de 2008

Nuevo Libro de ORLANDO ALVAR CERON


Con gran éxito fue presentada la obra literaria mas reciente del Nariñense ORLANDO ALVARO CERON, quien reside en Ibagué, Tolima, pero que entre sus escritos no deja de reconocer su ancestro y dedica versos a su tierra natal.

He recibido con inmensa complacencia de parte de mi amigo, su hijo el Sargento Miguel Cerón, dos de sus publicaciones con poemas y versos llenos de sentimiento y nostalgia. Admiro su capacidad para expresar a través de la escritura, tantas experiencias y buenos momentos al lado de su familia.

Algunas de sus poesías expresan el amor que sólo una madre es capaz de dar a
sus hijos y que recogen el sentir y vivir de una gran familia, como lo es la familia
Cerón Álvarez.

Sus escritos me han hecho evocar a mis padres, especialmente a mi señora madre Pastora Parra de Arenas, quien me forjó y educó.


Es admirable su gran capacidad, que nos anima a las nuevas generaciones a reflexionar acerca de las enseñanzas que nos dejaron nuestros padres.


LUIS ÉLMER ARENAS PARRA

Senador deJa_Bepública

Le envío un gran saludo y la animo a que siga escribiendo con tanto entusiasmo como lo ha venido haciendo. Que Dios la bendiga a usted y a su familia y que le de muchos años más de vida,